México tiene una riqueza en lenguas maternas al contar con 68 lenguas y 364 variantes dialectales lo que lo convierte en una de las nueve naciones con más diversidad lingüística. Para preservar esta diversidad cultural y evitar su desaparición, la constitución política de nuestro país se ha traducido a 23 lenguas de México. Esto representa enormes beneficios para las comunidades indígenas como promover la importancia de las lenguas maternas y fomentar los derechos de los pueblos indígenas en sus propios idiomas.
Estas acciones tomadas por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) se encaminan para dar cumplimento al artículo 4º de la Constitución Política, el cual establece que:
“La nación mexicana tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en los pueblos indígenas. La ley protegerá y promoverá el desarrollo de sus lenguas, culturas, usos y costumbres, recursos y formas de organización social y garantizará a sus integrantes el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado”.
Las variantes lingüísticas de estas traducciones son: “chol de Tabasco, chontal de Tabasco, mixteco del oeste de la costa, zapoteco de la planicie costera, pima del norte, tarahumara del norte, tepehuano del norte, yaqui, mayo y zoque del norte alto”, que pertenecen a las familias maya, oto-mangue, yuto-nahua y mixe-zoque. Sin embargo, por la complejidad de la traducción, INALI seleccionó lenguas indígenas que tuvieran un respaldo institucional y académico.